CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA

Sr. Presidente

Me dirijo a Ud. como la máxima instancia de la nación con la esperanza de que tenga talante y capacidad suficiente para devolver la esperanza y la confianza en las instituciones públicas y políticas a los españoles. 

Como ciudadano español asisto atónito al triste y bochornoso espectáculo que nos ofrecen los medios de comunicación, en sesión continua, de los partidos políticos que por medio de sus voceros acumulan y lanzan basura a sus oponentes, se acusan de corrupción, de malversaciones, de endeudamientos delirantes,  de cifras astronómicas para el ciudadano medio, en manos y cuentas bancarias donde no debieran de estar , en fin de suciedad y podredumbre, con una tremenda contumacia y sin el menor pudor, como si no hubiese presente nadie más que ellos mismos, alegando, no inocencia o ejecutoría limpia, de ninguna manera, alegando que el oponente está más pringado que ellos. 

Lo que nos hace pensar, espectadores de excepción de esta vergonzosa rebatiña, que quizás hemos cometido muchos y muy graves pecados, para haber merecido gobiernos y oposiciones tan egoístas y poco democráticos, que pasan olímpicamente de la voluntad de esos ciudadanos,  de sus derechos, de sus libertades, de sus opiniones, pues el voto solo lo consideran como  un “placet” para comenzar a actuar según sus propios intereses. 

Porque hoy, no hay un solo ciudadano en este país que desconozca lo  que a través de un desarrollo urbanístico mal entendido y peor realizado se ha degradado la vida pública en España, gracias a unas leyes vergonzosas, porque las leyes pueden serlo, si  como característica común tienen la falta de equidad y de sentido de la justicia social, hasta tal extremo que hace pensar en tiempos que no están tan lejanos en nuestra historia, el desarrollo urbanístico “insostenible”  ha servido para inconfesables fines, como financiar partidos políticos, enriquecer ediles municipales , blanquear capitales inmensos procedentes de la delincuencia internacional, fomentar la salida fraudulenta de capitales, encarecimiento incontrolado de la vivienda con las consecuencias consiguientes y  endeudamiento de las familias, quienes se han creído que son los individuos y corporaciones que con la sola finalidad de enriquecerse obscenamente han originado tamaño desastre en la vida de tantas y tantas  familias españolas.

Se habla de desarrollo económico, y se falsea la realidad,  un crecimiento económico basado en una economía especulativa , que no productiva , solo enriquece a unos pocos en perjuicio del resto, no se puede decir como alguna vez se ha dicho que “España va bien”, si las familias españolas no van bien , y no lo hacen , por eso yo digo que España no puede ir bien, ya que España no es una entidad abstracta al margen de los españoles, propiedad intelectual de unos cuantos fanáticos. 

Este “happening” que se ha desarrollado como un cáncer maligno en los últimos meses, esta claro que forma parte de una campaña electoral, pero en lugar de convencer o ganar la voluntad de los ciudadanos, les repugna, porque no se le ofrecen soluciones, solo les están convenciendo de que en política no hay nada limpio ni sagrado, y lo que es peor, que gane quien gane todo continuará igual. 

Sr. Presidente si Ud. no encabeza una cruzada nacional de acercamiento real a los españoles, escuchándoles, pidiendo sus opiniones y no sus votos, dejando de hablarles y hablando con ellos, ya que para hablar con alguien hay que escucharle, dejar de mentarles la legalidad vigente, el estado de derecho y otras vaciedades, y hablar de justicia, porque hay hambre y sed de justicia, justicia social, justicia política, justicia con mayúsculas, tenga por seguro que les van a dar la espalda, se van a abstener cada vez más en las votaciones, por inútiles, les van a considerar como lo que se están ganando a pulso, como farsantes, y finalmente se organizaran como grupos que independientemente querrán tomar en sus manos la administración de sus propios intereses. 

Sr. Presidente, esto no es una profecía, es un manifiesto que nace de los ciudadanos de a pie, de los ciudadanos que hacen que este país todavía funcione con su esfuerzo cotidiano,  a pesar de todos los que parece que solo se interesan en hundirlo y desacreditarlo a poco que saquen un beneficio por ello, estos ciudadanos que merecen el máximo respeto por parte de gobernantes e instituciones se están hartando de tanta malevolencia política, y los abajo firmantes  ya lo hemos hecho.

                                  ABUSOS URBANÍSTICOS ¡NO! 

                                     Enrique Climent Laguarda

                                              Presidente